Las también llamadas wearable computers

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Cuando los avances tecnológicos y la moda se conjuntan, los resultados pueden ser formidables. Las prendas de vestir, entonces, son usadas para otros fines además de cubrir el cuerpo. A este nuevo tipo de ropa se le denomina Moda Inteligente. Son prendas elaboradas por diseñadores, con los conocimientos de los científicos y con la finalidad de crear prendas que puedan procesar información y producir resultados. 

Algunos las llaman también smart clothes, otros ‘wearable computers’ o “computadoras usables”. Lo cierto es que existen aproximadamente 18 empresas en el mundo que se dedican al desarrollo de estas prendas. Uno de los laboratorios más reconocidos es el MediaLab del Massachusetts Institute of Technology (MIT) de Boston (EE.UU.).

Pero esto no es relativamente nuevo, ya desde los años 70 se tenía la idea de integrar chips en el tejido, capaces de ofrecer señales discretas. Hoy en día la Iwear (moda inteligente) se sustenta en la implantación de microchips electrónicos dentro de los tejidos con el objetivo de desarrollar telas capaces de cambiar de color, emitir y recibir ondas de radio, o actuar como un teclado (las telas inteligentes proveen interfaces sensibles al tacto que funcionan como teclados para una PC).

Se están desarrollando, incluso, microfibras 60 veces más finas que un cabello denominadas ultramicrofibras; son materiales sintéticos más finos que la seda y, por tanto, más flexibles, brillantes, suaves, cómodas y ligeras, además de ser conductoras de la electricidad, impermeables y resistentes al lavado y secado. 

Es así como las fibras inteligentes nos pueden dar información referente a la temperatura y humedad del usuario en su forma más simple. O bien nos pueden proporcionar conectividad, seguridad y ayuda en temas de salud. Por ejemplo, algunas empresas ya están desarrollando chaquetas que jamás serán extraviadas gracias a la incorporación de un localizador; otras están creando ropa interior con microcápsulas que dosifican cosméticos contra la celulitis y algunas más que liberan perfume. De igual forma, se ha inventado una cazadora con bluetooth que se conecta al celular o al reproductor de música.

Asimismo, se piensa también en el bienestar del usuario, como las playeras que monitorean el ritmo cardiaco, así como aquellas que poseen sensores internos que registran el pulso, temperatura y respiración para enviar la información al médico y así controlar al paciente.

Los científicos e ingenieros intentan desarrollar ropa aún más innovadora. Trajes 100% inteligentes que detecten, con censores, la pureza del agua, envíen imágenes instantáneas de su alrededor, incorporen visión infrarroja y proporcionen una descripción completa del ambiente que los rodea para lograr un perfecto camuflaje.

Claro que las prendas que incorporan tecnología en la mayoría de los casos presentan algunos inconvenientes que aún faltan por resolver, como el costo, complejidad para usarse, mantenimiento y disponibilidad. También se presentan problemas como la recarga de las baterías y el límite de almacenamiento.

Sin embargo, no hay nada que la creatividad humana no pueda resolver, así que no dude que pronto figurarán dentro de su guardarropa, como prendas de última moda.